Daniel y Apocalipsis
Daniel 2: La Gran Imagen, Dios revela el futuro
Daniel 2 ha sido llamado la base de la profecía Bíblica. De hecho, muchas otras profecías en Daniel y Apocalipsis proveen más detalles sobre Daniel 2. Si usted entiende esta profecía, usted está listo para dominar el gran cuadro de la profecía Bíblica.
Daniel 2 empieza con una historia sobre el rey Nabucodonosor. El monarca tuvo un vivido sueño que lo impresionó grandemente. Él sabía que era importante, pero cuando despertó, no pudo recordar los detalles del sueño… mucho menos tratar de conocer su significado. Él llamó a los mejores de sus consejeros, pero no pudieron decirle lo que él había soñado, ni aún bajo amenaza de muerte. Tuvieron que admitir que “no hay ningún otro que pueda contar el sueño excepto los dioses, cuya morada no habita en la carne” (versículo 11).

En este punto Daniel pide tiempo al rey Nabucodonosor para poder interpretar su sueño y luego avisa a sus amigos del plan del rey de hacer matar a todos los sabios del reino por no poder interpretar lo que habia soñado. Daniel junto a sus amigos piden misericordia de parte de Dios para que fuese revelado el sueño, asunto que le fue concedido, veamos ahora lo que Nabucodonosor soño y su interpretación.

Daniel 2 empieza con una historia sobre el rey Nabucodonosor. El monarca tuvo un vivido sueño que lo impresionó grandemente. Él sabía que era importante, pero cuando despertó, no pudo recordar los detalles del sueño… mucho menos tratar de conocer su significado. Él llamó a los mejores de sus consejeros, pero no pudieron decirle lo que él había soñado, ni aún bajo amenaza de muerte. Tuvieron que admitir que “no hay ningún otro que pueda contar el sueño excepto los dioses, cuya morada no habita en la carne” (versículo 11).
Nabucodonosor, dijo Daniel, soñó la imagen de una gran estatua. Esta estatua estaba constituida por cinco partes:
La cabeza de Oro.
Daniel empezó su interpretación acerca del sueño diciéndole al rey Nabucodonosor lo que la cabeza de oro representaba: al rey Nabucodonosor mismo, y más aún, el reino que él gobernaba de la cabeza, a su vez, representaba un reino que sucedería al anterior:
“Después de ti, será levantado otro reino, inferior al tuyo, luego otro, un tercer reino… y el cuarto reino… se romperá en pedazos y aplastará todos los demás” (vs. 39 y 40).
En un capítulo posterior, Daniel específicamente nombra los dos reinos que sucederían a Babilonia: Media/Persia (el imperio Persa, también conocido como Pedo-Persia) y Gracia (ver Daniel 8:20, 21).


El Pecho y los Brazos de Plata.
Corresponde a los reinos medo-persas, liderados por el rey Ciro II, invadieron Babilonia desde el este en junio de 539 a.C. y capturaron su capital, Babilonia, en julio del mismo año. En la cronología bíblica, esto ocurrió cerca del final del exilio babilónico. En poco tiempo, Daniel se convirtió en un asesor de confianza del nuevo Imperio Medo-Persa. Este reino de los medos y los persas fue gobernado posteriormente por Artajerjes II, o Asuero, que se casó con Ester. Hoy, Persia es esencialmente sinónimo de Irán moderno y esto no era muy diferente en los tiempos antiguos. Sin embargo, Persia como un antiguo reino, especialmente cuando se menciona junto con Media, abarcaba desde Egipto en el oeste hasta partes de India en el este, e incluía Asia Menor desde la frontera oriental de Grecia hasta Tayikistán.
El Vientre y los Muslos de Bronce.
Corresponde al reino de Grecia, liderado por Alejandro, sucedió a su padre, Filipo, como rey de Macedonia. Inmortalizado como Alejandro Magno, no tenía comparación en la velocidad con la que conquistó nuevas tierras. En solo 13 años, Alejandro derrotó a Siria y Egipto, derribó al Imperio Medo-Persa y llegó hasta la India.
En su mejor momento Alejandro muere en circunstancias extrañas, y su reino es dividido entre sus cuatro generales, Casandro: Gobernó Grecia y Macedonia, Ptolomeo: Gobernó Egipto y fundó la dinastía Ptolomeica, Seleuco: Gobernó Siria y Asia oriental y Lisímaco: Gobernó Asia Menor y Tracia. Este último fue derrotado por Seleuco anexando los territorios conquistados a los suyos.


Las Piernas de Hierro.
Y el cuarto reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo. (Dan 2:40)
fue el periodo de la civilización romana posterior a la República y caracterizado por una forma de gobierno autocrática. En su apogeo controló un territorio que abarcaba desde el océano Atlántico al oeste hasta las orillas del mar Caspio y Rojo al este, y desde el desierto del Sahara al sur hasta las orillas de los ríos Rin y Danubio y la frontera con Caledonia al norte. Debido a su vasta extensión y duración, las instituciones y la cultura romana tuvieron una influencia profunda y duradera en el desarrollo de la lengua, religión, arquitectura, literatura y leyes en el territorio que gobernaba.
fue un periodo de dominio absoluto para el imperio Romano y la forma como conquisto y administro los reinos subyugados, daba forma a lo dicho por el profeta Daniel varios siglos atrás, este imperio se caracterizaba por su dureza y crueldad.
Pies en parte de Hierro y en parte de Barro.
Y lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro cocido. 42 Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte, y en parte frágil. 43 Así como viste el hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro. 44 Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre. (Dan 2:41)
La simple lectura del relato bíblico revela que los reinos anteriores ejercieron su dominio y entonces se volvieron débiles y cayeron sin que se ofreciera ninguna información sobre la alteración de su naturaleza. O sea, no se informó ningún tipo de mezcla para el oro, y lo mismo ocurre con el bronce y la plata, lo que sugiere que la naturaleza esencial de su forma de gobierno no sufrió ninguna alteración notoria en su eventual sucesión en el palco mundial.
Sin embargo, al describirse el cuarto reino, en su debilitación, se informa una perceptible alteración en su materia, un nuevo elemento: el barro, el cual es agregado al hierro. Esto sugiere algo diferente de lo que ya se había descripto en la estatua, y que tendría lugar específicamente en el periodo del cuarto reino, esto es, en el periodo de Roma, algo necesariamente notorio y de influencia gubernamental, dado que este es el énfasis del contenido en su conjunto.

Y es algo que permanecería hasta el final de los tiempos, cuando el reino de Dios destruye la estatua desde los pies y se establece para siempre. Ante estas reivindicaciones textuales, ningún otro elemento se presenta de forma más adecuada a la historia de Roma que el cristianismo que en este reino se volvería la religión oficial, la Iglesia Romana.
Es un hecho que el cristianismo, principalmente a partir de Constantino, sensiblemente se va convirtiendo en una nueva influencia gubernamental en el Imperio Romano, realidad que alcanza su madurez en el papado medieval, con una influencia nunca vista hasta entonces en la historia. Esto implica necesariamente que la historia de Roma sin la presencia del cristianismo papal es descripta por la representación metálica del hierro, y a su vez, la representación del hierro mezclado con barro corresponde a la historia de Roma en presencia y eventual influencia del papado en ella.
Es, por lo tanto, razonable concluir que Roma dividida, a partir del 476 d.C. y bajo la influencia de lo que más tarde sería el papado, establezca una correspondencia al barro en los pies de la estatua. Esta Roma modificada, es decir, Roma en el periodo papal, estaría marcada por momentos de fuerza y momentos de inestabilidad.